Protección contra el sol al salir a navegar
Para cualquier aficionado a la náutica, un día soleado es motivo de alegría ya que nos permitirá disfrutar de una agradable jornada en la mar. La tentación de quitarse la ropa y ponerse el bañador para tomar el sol es inevitable. Pero por otro lado, los dermatólogos nos advierten desde los años setenta que una piel curtida es una piel dañada. Y que más del 70% del envejecimiento de la piel, las líneas, arrugas, las pecas y los lunares, son a causa de la exposición al sol.¡Pero no todo va a ser negativo! Se puede tomar el sol de manera saludable, de hecho, el sol también tiene efectos positivos: estimula la síntesis de vitamina D que previene el raquitismo y la osteoporosis, favorece la circulación sanguínea y actúa en el tratamiento de algunas dermatosis. Incluso se dice que favorece el estado anímico de las personas.
En definitiva, para tomar el sol hay que hacerlo siguiendo una serie de precauciones, que normalmente la mayoría de la población no sigue, por estar a la moda y ponerse morenos.
Para empezar no todos somos iguales, nuestra capacidad para resistir el sol depende de nuestro tipo de piel y en función de esta, nuestra piel reaccionará mejor o peor al sol. En cualquier caso, siempre tenemos que protegernos de las radiaciones y hay diferentes maneras de hacerlo. Las radiaciones ultravioleta del sol se pueden combatir utilizando prendas de vestir adecuadas, con sombreros, y sobre todo, aplicando adecuadamente cremas de protección solar sobre la piel y acortando los tiempos de exposición al sol.
Al empezar nuestras vacaciones debemos comenzar usando cremas con un factor de protección solar alto, sobre todo en la primera semana y posteriormente ir rebajándolo en los días siguientes. Es importante aplicar el fotoprotector sobre la piel seca y 30 minutos antes de exponerse al sol y no justo antes. No escatime a la hora de aplicarlo.
Evite las pulverizaciones de agua durante las exposiciones, de todos modos hay protección solar resistente al agua, la cual es muy apropiada si vamos a salir a navegar. Evite los perfumes y las colonias alcohólicas que contienen esencias vegetales, porque son fotosensibilizantes. Protéjase del sol aunque esté nublado y no se exponga entre las 11 y las 15 horas. Protéjase la cabeza con un sombrero o gorra con visera; los ojos con gafas adecuadas (seguramente las que venden por 5 euros en el mercadillo no lo sean), y los labios con protector labial.
Es preferible estar en movimiento a tumbarse al sol y mantenerse inmóvil durante horas. Beba agua o líquidos para evitar la deshidratación. Tenga en cuenta que determinados medicamentos pueden provocar reacciones a la exposición solar.
Al elegir el protector solar que va a utilizar durante sus travesías tenga en cuenta que hay dos clasificaciones posibles para los productos resistentes al agua:
Water-resistant: cuando el fotoprotector no ha perdido la capacidad protectora después de 40 minutos de natación o permanencia continuada dentro del agua.
Waterproof: cuando el fotoprotector actúa durante más de 80 minutos después de entrar en contacto con el agua.
Después de tomar el sol existen productos cosméticos que tienen diversos principios activos, que actúan conjuntamente para calmar la quemazón cutánea y paliar y/o corregir las anomalías originadas por la agresión solar. Los efectos que buscan son: hidratar, refrescar, evitar la inflamación, cicatrizar y regenerar la piel.
Capítulo aparte merecen los niños. Según distintos estudios clínicos, utilizar un fotoprotector 15 durante los primeros 18 años de vida puede reducir hasta un 78% el riesgo de cáncer cutáneo. Y recuerde que no hay que exponer a los niños al sol antes de los 3 años.