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Vacaciones de verano: ¿Qué cuesta mas, un hotel, un apartamento o alquilar un barco?

¿Quien no ha sentido sana envidia al contemplar las imágenes de un velero navegando en aguas tranquilas o las de un yate fondeado en una cala tranquila de aguas cristalinas?

La cuestión es que siempre se ha relacionado estas vacaciones con algo caro y difícil y, por tanto, inalcanzable para el común de los mortales, y no es así.

De entrada, para acceder a este tipo de vacaciones no es necesario ser propietario de un barco. Es más, no es ni siquiera aconsejable salvo para personas con suficiente tiempo libre para disfrutarlo, o para quienes el coste no es una cuestión relevante.

Salvo que vayamos a navegar muchos días al año, lo lógico es alquilar. Al igual que una aficionado al tenis no se plantea comprarse una pista de tenis para practicarlo, con la náutica debería ser lo mismo. Por el coste que supone tener un barco en propiedad; por lo que cuesta el atraque, el mantenimiento y el seguro, se puede alquilar un barco de las mismas características una o dos semanas al año.

Se puede alquilar un barco para seis u ocho personas con un coste por tripulante, similar al de unas vacaciones en un hotel de tres estrellas. Por ejemplo, consultando en Internet precios del 1 al 15 de agosto esta es una comparativa a modo de orientación:
- Una habitación para dos personas en un hotel en Mallorca en media pensión, en la bahia de Magalluf cuesta 1.547 euros, es decir: 774 euros por persona (Fuente: Destinia.com).
- Un apartamento de 100 metros cuadrados en Cala Mondragó, con dos habitaciones (4 personas), cuesta 1.680 euros, es decir: 420 euros por persona (Fuente: Niumba.com)
- Un Oceanis 46 con cuatro cabinas dobles (8 personas), cuesta 4.800 euros, es decir: 600 euros por persona (Fuente: Nauticholidays.com)

Por tanto, se puede decir que cualquier persona que pueda permitirse una quincena de vacaciones en un hotel o apartamento cerca de la playa, puede pasar las vacaciones alquilando una embarcación

Pero es que una vez introducido en el mundillo de la náutica de recreo, encontrará muchas oportunidades de navegar, incluso gratis. Muchos propietarios acogen con agrado en sus barcos a navegantes para completar su tripulación. Solo exigen dos cosas: un comportamiento agradable y competencia para ayudar en las tareas y maniobras de a bordo.

Por eso, lo primero es obtener los conocimientos teóricos necesarios y las habilidades prácticas imprescindibles para ser bien recibidos a bordo de cualquier barco. Los cursos que imparten las escuelas náuticas son un excelente medio para ello ya que su aprendizaje lo hará de la mano de experimentados navegantes que le allanarán el camino, ahorrandole tiempo y, en definitiva, dinero. Además, durante el curso en una escuela náutica podrá conocer a propietarios de embarcaciones que suelen buscar otros patrones con los que salir a navegar para ir adquiriendo soltura al principio.

Así que si su pasión es la mar, no espere más. Inscríbase en una escuela náutica y la próxima temporada, ¡a navegar!
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