Desde las instituciones locales, nacionales e internacionales se están implementando diversos planes para abordar este peligroso crecimiento de la contaminación en los océanos del planeta, pero eso no es suficiente. Cada individuo debe ser responsable de sus actos y de cuidar el medio que le rodea. Se sabe a través de diversos cálculos que la actividad humana está en gran medida detrás de la degradación del ecosistema marítimo. Los datos revelan que 8 millones de toneladas acaban cada año depositadas en el océano y esto requiere una intervención urgente. Para saber qué medidas hay que tomar para solucionar el problema de los plásticos en los océanos, hay desgranar el siguiente dato: un 80% de los plásticos proceden del medio terrestre y el 20% de la actividad marítima, por lo que hay que actuar tanto en el epicentro del problema como en el entorno acuático.
Diversas entidades como Greenpeace realizan estudios dirigidos a organismos supranacionales y, por supuesto, a cada individuo, buscando paliar los efectos nocivos fruto de la industria y el desarrollo económico que impulsa el ser humano. En Boletín Patrón hemos seleccionado alguna de las medidas que propone esta organización y que creemos que pueden ayudar a reducir el vertido de plásticos en el océano, tratando de concienciar del uso responsable que debe hacer del entorno acuático.
– El primer paso es concienciarse y cambiar la actitud individual: El pasado 1 de julio de 2018 se puso en marcha una regulación mediante la cual los establecimientos están obligados a cobrar las bolsas de plástico de un solo uso y, a partir de 2021, estará prohibida la venta de bolsas que no sean biodegradables. Esto denota una concienciación desde las instituciones que han intervenido para atajar de raíz el problema de los plásticos en los océanos. También una forma de concienciar al consumidor acerca del hábito de compra, tratando de alejarle de la cultura del “usar y tirar” que tanta basura genera.
– Implantación de prohibiciones y restricciones legislatiavs para productos o actividades dañinas: Como decíamos, tomar medidas coercitivas en este campo se presenta necesario para animar a la búsqueda de bienes sustitutivos pero no contaminantes. De este modo, productos como cubertería de plástico o el envasado el envoltorio de film de los supermercados puede sustituirse por otros materiales biogradables.
– Inversión en investigación de diseño de sistema de producción y distribución para el envasado: Destinar dinero a los estudios analiticos y a las investigaciones es la manera de poder desarrollar estrategias mediante las cuales poder otros materiales que no sean los plásticos que acaban vertidos en los océanos en muchas ocasiones. También, a través de dichos estudios, podemos concienciar a la población mediante información para explicar la dificultad de hacer desaparecer el plástico del entorno marítimo.
– Medidas de gestión de residuos: Invertir recursos en infraestructuras necesarias para el reciclaje, en servicios de recogida de residuos en los puertos, en instalaciones de depuración de aguas, entre otras, es una manera de paliar los vertidos plásticos que son necesarios para ciertas industrias.
– Incentivar al consumidor por utilizar otros materiales que no sean los plásticos: Cuando una persona acude al supermercado a adquirir algún producto, siempre está analizando los precios. Por ello, hacer ver al consumidor que los productos plásticos son costosos, es un modo disuasorio para que se evite un consumo masivo de este material tan contaminante.
Todas estas medidas están encaminadas a atajar el problema de los plásticos en el océano. Pero hay muchas más acciones, tanto individuales como globales, que pueden ayudar a mantener un entorno marítimo más limpio. Te animamos a que valores este artículo y a que participes sugiriendo alguna medida que ayude a frenar el vertido masivo de plásticos en las aguas del planeta.
