La navegación nos permite descubrir lugares entrañables y de difícil acceso. Cada vez están más en auge los cruceros turísticos que operan por el Antártico y con el deshielo del círculo polar Ártico, se están abriendo nuevas rutas al Polo Norte. Debido a esto, se publicó el Código Internacional para los buques que operen en aguas polares (CÓDIGO POLAR), entrando en vigor el 1 de enero de 2017 para los buques de nueva construcción y un año después para el resto de buques.
El Código internacional para los buques que operen en aguas polares, se ha elaborado como complemento de los instrumentos actuales de la OMI con objeto de incrementar la seguridad de las operaciones de los buques y reducir sus repercusiones en las personas y el medioambiente en las aguas polares, remotas, vulnerables y posiblemente inhóspitas.
Clasificación de embarcaciones en el Código Polar
El Código Polar
distingue tres tipos de barcos para operar en esta aguas:
- Buque de la categoría A: buque proyectado para operar en aguas polares en, como mínimo, hielo medio del primer año que puede incluir trozos de hielo viejo.
- Buque de la categoría B: buque no incluido en la categoría A, proyectado para operar en aguas polares en, como mínimo, hielo delgado del primer año que puede incluir trozos de hielo viejo.
- Buque de la categoría C: buque proyectado para operar en aguas libres o en condiciones del hielo menos rigurosas que las de las categorías A y B.
Peligros recogidos en el Código Polar
En el
Código Polar se examinan
peligros que pueden traducirse en niveles más altos de riesgo por la probabilidad mayor de que se produzcan, por la gravedad mayor de sus consecuencias, o por ambos motivos:
- El hielo, dado que puede afectar a la estructura del casco.
- El engelamiento de la parte alta de los costados.
- Las temperaturas bajas, dado que afectan al entorno de trabajo y al rendimiento del ser humano.
- Los periodos prolongados de oscuridad o de luz diurna, dado que pueden afectar a la navegación.
- La lejanía y la posible falta de información y datos hidrográficos precisos y completos, y la menor disponibilidad de ayudas a la navegación.
- La posible falta de experiencia de la tripulación en cuanto a operaciones polares, con la posibilidad de que se produzcan errores humanos.
- La posible falta de un equipo de respuesta a emergencias adecuado.
- Unas condiciones meteorológicas muy variables y adversas.
Equipo sugerido en el Código Polar
En el caso de los
buques de pasaje, se proporcionará para cada persona a bordo un traje de inmersión de dimensiones adecuadas o una ayuda térmica; y cuando se exijan trajes de inmersión, éstos serán del tipo aislante. Los equipos colectivos de supervivencia deberían contar con el siguiente equipo:
- Abrigo: tiendas de campaña, refugios de tormenta o equivalente suficientes para el número máximo de personas.
- Ayudas térmicas o similar suficientes para el número máximo de personas.
- Sacos de dormir: como mínimo uno por cada dos personas.
- Esterillas de espuma o similar como mínimo una por cada dos personas
- Palas como mínimo dos.
- Artículos de higiene (por ejemplo, papel higiénico).
- Calentador y combustible suficientes para el número máximo de personas en tierra y el tiempo máximo previsto para el salvamento.
- Alimentos de emergencia suficientes para el número máximo de personas en tierra y el tiempo máximo previsto para el salvamento.
- Linternas: una por refugio.
- Cerillas a prueba de agua y de viento: dos cajas por refugio.
- Silbato.
- Espejo de señales.
- Contenedores de agua y tabletas purificadoras de agua.
- Equipo individual de supervivencia de repuesto.
- Contenedor para equipo colectivo de supervivencia (a prueba de agua y flotante).
Recomendaciones del Código Polar
El
Código Polar también hace algunas
recomendaciones al preparar y realizar un plan de viaje, teniendo en cuenta lo siguiente:
- En el caso de que el buque se tope con mamíferos marinos, deberían tenerse en cuenta las mejores prácticas existentes para reducir al mínimo los trastornos innecesarios.
- Cuando los buques naveguen cerca de zonas conocidas por su patrimonio e importancia cultural, debería realizarse la planificación necesaria para reducir al mínimo las repercusiones del viaje del buque en dichas zonas.