La sociedad cambia y los estilos de vida lo hacen con ella. Resulta evidente que cada día surgen nuevas iniciativas que desmontan los cánones actuales, y el mundo de la vivienda no se iba a quedar rezagada en este proceso. Por ello, cada vez tienen una mayor penetración las viviendas flotantes en puertos y marinas deportivas españolas. Principalmente este tipo de alojamientos se ofertan dentro del panorama vacacional pero no son pocos los que empiezan a pensar en esta alternativa como su futuro hogar.
Esta forma de vida aún no está contemplada por la normativa española actual porque no se considera que las casas flotantes cumplan con todos los requisitos legales. Sin embargo, a pesar de esto, el Puerto de Barcelona por ejemplo es un vivo reflejo de este cambio y es que, con unas 150 embarcaciones repartidas entre el Olímpic, Port Vell y Fòrum; se ha convertido en todo un barrio flotante.
Este tipo de alojamiento tiene un alto calado en regiones propensas a las inundaciones; pero no solo los motivos arquitectónicos hacen atractiva esta posibilidad, sino que el escapar de las aglomeraciones y la sensación de libertad son algunas de las razones que sustentan esta elección. De esta forma, esta iniciativa se presenta como una gran oportunidad para reactivar las marinas y los puertos deportivos españoles que presentan una tasa de desocupación de aproximadamente el 50%.
Un tercio de Holanda se encuentra por debajo del nivel del mar, por lo que muchos habitantes de este país se han decantado por construir viviendas flotantes sobre canales y lagos, ya que el suelo firme sobre el que construir está saturado. Los estadounidenses también se han sumado a esta moda y en Seattle se pueden encontrar auténticas obras de arte flotando en el lago Unión. Incluso existen compañías que ofrecen casas flotantes prefabricadas que puedes transportar a cualquier lugar.
Muchas agencias se han sumado a este tipo de oferta vacacional que cada vez goza de mayor aceptación. Normalmente estas incluyen motos acuáticas que pueden ser remolcadas por la propia casa y que abren la posibilidad de explorar las zonas por las que la vivienda navegue.