Una niña de 9 años falleció el pasado 11 de septiembre tras caer al mar mientras navegaba en una embarcación semirrígida que le pasó por encima.
El suceso tuvo lugar a 200 metros de la playa de Ses Covetes (Sa Ràpita). La familia, de Burgos, había alquilado una lancha y en momento de la navegación la niña cayó al mar de forma accidental y la embarcación le pasó por encima.
Tras el suceso los padres consiguieron subir a la niña a bordo y acudir en auxilio en el cercano Club Náutico de sa Ràpita. Un socorrista atendió a la menor ayudado por otros turistas con conocimientos médicos. Pero la víctima presentaba lesiones faciales y craneales muy graves y falleció a los pocos minutos.
Los efectivos de la Policía Judicial y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil abrieron una investigación para esclarecer las circunstancias que rodearon el accidente que provocó la muerte de la niña. Las pesquisas de los investigadores se centraron tanto en reconstruir cómo se había producido el accidente como en analizar el estado de las embarcaciones. Por este motivo, la lancha de alquiler en la que viajaba la pequeña fue intervenida para analizar cómo se encontraba.
Al parecer, en el momento de producirse el accidente, el estado de la mar era óptimo para navegar y no había un excesivo oleaje que complicara la excursión marítima de la familia en la embarcación semirrígida.
Desgraciadamente no es el único suceso similar que se ha producido en los últimos meses de verano, por ello recordamos a todos los navegantes la importancia de extremar todas las medidas de precaución, especialmente cuando naveguemos con niños y aunque las condiciones de la mar sean óptimas.
No se deben olvidar nunca los conocimientos adquiridos en las prácticas de hombre al agua, repasando con la tripulación con la que vayamos a salir los pasos a seguir y cómo reaccionar ante esta situación.