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Consejos para tener una navegación nocturna segura

La navegación nocturna puede ser una experiencia muy agradable. No obstante, las particularidades de este tipo de navegaciones la hacen muy diferente a la diurna, ya que se debe ser mucho más precavido. Prestar atención a las señales del entorno es fundamental para disfrutar de la navegación nocturna con total seguridad.

La experiencia en este tipo de expediciones siempre es un plus, pero saber cómo interpretar la información del entorno es clave para tomar decisiones adecuadas a tiempo. A continuación, se ofrecen algunos consejos para que estés preparado y disfrutes de tus salidas nocturnas en barco sin preocupaciones.
Tabla de contenidos
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  • 1. ¿Cómo orientarse de noche?
  • 2. ¿Cuáles son las luces auxiliares adecuadas?
  • 3. ¿Cómo puedo prevenir incidentes?
  • 4. ¿Cómo planificar una guardias nocturna?
  • 5. ¿Cómo revisar la previsión metereológica?
  • 6. ¿Cómo tener una comunicación eficaz entre la tripulación?
  • 7. ¿Cómo usar la tecnología a bordo?

1. ¿Cómo orientarse de noche?

Durante la navegación nocturna, la orientación se ve significativamente afectada por la falta de visibilidad. La precaución es esencial para evitar incidentes. Una preparación minuciosa antes de zarpar es clave: verifica las luces de posición, el estado de las baterías y los arneses, reemplaza piezas de repuesto, ten linternas a mano, revisa las escotas o cabos sueltos, y asegúrate de que no haya objetos que puedan provocar resbalones.

La dificultad aumenta en noches sin luna, lejos de puntos de referencia. Sin embargo, con los sentidos agudizados y el uso de equipos adecuados, la navegación puede ser tranquila y segura. Mantener el rumbo puede ser complicado en condiciones de baja visibilidad. El radar es un aliado crucial, y reducir la velocidad del barco puede proporcionar más tiempo de reacción ante imprevistos.

Planificar cada salida con antelación es vital: traza las rutas en la carta náutica, calcula las demoras sobre puntos de referencia como faros o balizas, y asegúrate de tener claro el recorrido a seguir.

1. ¿Cómo orientarse de noche?

2. ¿Cuáles son las luces auxiliares adecuadas?

Nuestra reacción natural ante la oscuridad es encender cualquier luz disponible, pero en un barco de noche, esto puede ser contraproducente. La luz artificial afecta nuestras pupilas, impidiendo una visión adecuada del entorno. Las pupilas necesitan unos veinte minutos para adaptarse a la oscuridad. Si comienzas la navegación durante el día, esta adaptación será progresiva a medida que anochece. Es recomendable que cada tripulante lleve una linterna de bolsillo, preferiblemente aquellas que se pueden acoplar a la cabeza, para mantener las manos libres.

Mantener la mejor capacidad de visión posible es importante. Evitar el deslumbramiento es esencial; utiliza luces rojas en lugar de las bombillas blancas convencionales y mantenlas lo más tenues posible, ya que el color rojo deslumbra menos. Si no tienes luces rojas, una solución práctica es pintar las bombillas con esmalte de uñas rojo.

3. ¿Cómo puedo prevenir incidentes?

Navegar de noche puede ser peligroso, por lo que es recomendable que solo el equipo de guardia permanezca en cubierta. Es crucial llevar el arnés de seguridad abrochado y estar siempre enganchado a la línea de vida, asegurada a un punto de anclaje a bordo. Esto puede ser la diferencia entre una caída menor y un accidente grave.

Un consejo valioso es fijar la línea de vida a la espalda en lugar del pecho. De esta manera, si alguien cae al mar, no será arrastrado boca abajo, evitando tragar agua. En caso de emergencia, no dudes en usar el canal VHF 16, disponible para responder a llamadas de socorro en cualquier momento de la noche.

4. ¿Cómo planificar una guardias nocturna?

Una buena planificación de las guardias nocturnas es clave para la seguridad y el bienestar a bordo. Lo ideal es definir los turnos antes de zarpar, ajustándolos a la experiencia y resistencia de cada tripulante. Los turnos de 2 a 4 horas suelen funcionar bien, y en navegación con poca tripulación, es preferible que nadie navegue solo por la noche.

Durante la guardia, se debe mantener el silencio para no perturbar el descanso del resto de la tripulación. También es importante evitar luces blancas y permitir unos minutos de adaptación a la oscuridad en cada relevo.

El cambio de guardia debe incluir un breve informe: rumbo, condiciones del viento y mar, tráfico cercano, estado de las velas y cualquier incidencia relevante. Además, hay que tener claras las situaciones en las que se debe avisar al patrón, como cambios bruscos de tiempo, tráfico intenso o problemas con el piloto automático.

Llevar una libreta de guardia para anotar incidencias y cambios ayuda a mantener una comunicación clara entre turnos y da seguimiento a la travesía.

4. ¿Cómo planificar una guardias nocturna?
4. ¿Cómo planificar una guardias nocturna?

5. ¿Cómo revisar la previsión metereológica?

Antes de zarpar, se debe revisar correctamente la previsión meteorológica para evitar problemas. Si se prevén tormentas o niebla, lo más prudente es priorizar la seguridad y posponer la salida hasta que las condiciones sean más favorables. 

Considera la incidencia del viento, ya que el oleaje puede hacer que la noche sea muy agitada. Si navegas por aguas españolas, la fuente más confiable para obtener información meteorológica es la Agencia Estatal de Meteorología.

6. ¿Cómo tener una comunicación eficaz entre la tripulación?

La comunicación clara y constante es fundamental para la seguridad y coordinación durante la navegación nocturna. Antes de zarpar, es imprescindible que toda la tripulación conozca los procedimientos de emergencia, los puntos de reunión y las señales que se utilizarán para alertar sobre cualquier eventualidad.

Para facilitar la comunicación a bordo, es recomendable establecer un sistema interno —como walkie-talkies, intercomunicadores o incluso señales visuales sencillas— que permita un contacto inmediato y efectivo entre los vigías, patrón y resto de la tripulación.

Además, es clave que cada miembro mantenga una actitud proactiva, informando sobre cualquier cambio en las condiciones meteorológicas, maniobras necesarias o incidencias técnicas. La comunicación no debe limitarse a emergencias; un flujo constante de información mantiene a todos atentos y preparados.

Finalmente, fomentar un ambiente de confianza donde los tripulantes se sientan cómodos expresando dudas o preocupaciones mejora el trabajo en equipo y reduce riesgos.

7. ¿Cómo usar la tecnología a bordo?

Es fundamental familiarizarse a fondo con los equipos electrónicos a bordo, como el GPS, el AIS (Sistema de Identificación Automática) y las sondas. Estos dispositivos ofrecen información vital sobre tu posición, la profundidad y la localización de otras embarcaciones cercanas, lo que aumenta significativamente la seguridad durante la navegación nocturna.

Antes de salir, practica el manejo de todos estos sistemas para conocer sus funciones, interpretar correctamente la información que brindan y reaccionar con rapidez ante cualquier alerta o cambio inesperado. También es recomendable realizar simulacros o ejercicios con la electrónica en condiciones diurnas para evitar sorpresas en la oscuridad.

No olvides mantener los equipos actualizados y comprobar que las baterías o fuentes de energía estén en óptimas condiciones para evitar fallos cuando más los necesitas.
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