<p style="text-align: center;"><em>La navegación en familia es una experiencia divertida y agradable, tanto para padres como para hijos.</em></p>
Navegar en familia puede resultar muy gratificante y, los recuerdos que se crean al hacerlo, son mágicos y duraderos. Por ello, la clave para que todo marche viento en popa y a toda vela, es fundamental que todo el mundo se encuentre cómodo a bordo.
Una escapada de fin de semana en la mar es lo ideal para volver a conectar con aquellos que nos rodean pues, en ocasiones, resulta complicado disfrutar de ellos en el día a día.
Navegar en familia es una buena manera de disfrutar al aire libre. No obstante, una buena planificación, es esencial para ello. Esto contribuirá a que, tanto unos como otros, quieran repetir la experiencia.
Aquí encontrarás una serie de consejos para hacer de la navegación algo divertido, agradable y seguro.
Consulta la previsión del tiempo
Si llevas tiempo viviendo en la misma zona, desarrollarás un sentido para éste, siendo capaz de predecir las condiciones en las que estará el mar. Pero, aunque las previsiones meteorológicas se tornen más exactas y fiables a medida que se acerque el día, no olvides echarle un vistazo a las predicciones, incluso tras haber dejado el muelle.
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Has de tener en cuenta una cosa: una pequeña tormenta de 15 o 30 minutos, puede ser muy intensa. Y, aunque para un adulto, una ola de 2 metros puede resultar inofensiva, para un niño pequeño puede ser tan aterradora que le quite las ganas de seguir navegando.
Preparación
Ten el barco limpio, preparado y listo para partir. Haz la compra con antelación para abastecerte de alimentos, bebidas y otros suministros adicionales.
Asegúrate de que, en el kit de primeros auxilios, haya medicamentos útiles para pequeñas emergencias. Adelanta también todas las tareas que puedas.
Provisiones
Si estás planeando pasar la noche a bordo, piensa que es como acampar pero, en el agua. Estar en el mar significa que puede refrescar por la noche. No te quedes corto al a hora de abastecerte, harán falta más cosas además de sacos, mantas y almohadas. Lleva siempre contigo ropa de abrigo de sobra.
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Recuerda también la protección solar y el repelente anti-mosquitos, especialmente si es verano y, no olvides un tanque lleno de propano para cocinar fantásticos desayunos.
Suministros para los más pequeños
La edad de los niños determinará qué cosas deberás portar contigo. Carga sus snacks y juguetes favoritos; barbies, coches, una baraja de cartas, libros para colorear... amenizarán el día de tus pequeños grumetes.
Si tus hijos tienen menos de 5 años, considera la posibilidad de llevar un iPad o DVD para disminuir la posible fusión del reactor.
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Aunque muchos de nosotros preferiríamos dejar dichos dispositivos en tierra, este puede ser el quid para mantenerlos ocupados mientras disfrutamos de una puesta de sol con nuestra pareja mientras tomamos algo en cubierta.
Si los niños son mayores de 5 años, no lo dudes ni un segundo: ¡Desconecta y olvida estos dispositivo! Muéstrales los encantos de estar en el agua. Si echas el ancla, saca la caña de pescar y el bote y déjalos a su aire. Para un niño, ésta puede ser una experiencia que le aporte una sensación de independencia.
Enséñales los cabos
Tu familia es tu tripulación así que, asígnales trabajos útiles. Déjales manejar la embarcación, muéstrales cómo izar las velas y también, cómo echar el ancla. Dales una breve lección sobre canales de radio, navegación y la manera correcta de sobrepasar otra embarcación.
¡Hay un montón de tareas divertidas que aprender a bordo!
Examina tu actitud
Si proyectas una actitud positiva y proactiva, tus hijos la adoptarán también. Si eres temeroso o negativo, lo sentirán y tomarán ejemplo, del mismo modo.
Los niños observan y absorben todo y, interpretando en gran parte lo que sus padres transmiten. Esto es sumamente importante a bordo puesto que, la mayor parte del tiempo, estaréis concentrados en espacios muy limitados.
Invierte en una cámara
Qué mejor manera de capturar la esencia de tu escapada en familia que con una GoPro. Los más mayores, disfrutarán aún más si, tras la experiencia, hacéis juntos un montaje del fin de semana y de vuestra experiencia a bordo.
Seguridad
No hace falta decir que, estando en la mar, este es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta. Los chalecos salvavidas de los más pequeños son estrictamente obligatorios.
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Si eres la única persona que sabe hacer funcionar el motor, enseña a tu pareja e hijos más mayores el procedimiento para arrancarlo y su funcionamiento de manera que, si tú no pudieras ocuparte de ello, otro miembro de la familia estuviera capacitado para asumir el control de la embarcación.
Que la diversión continúe
Por encima de todo, el tiempo que paséis en el barco, tiene que ser divertido. Si eres nuevo, empieza con una salida de un día e, aventurate, poco a poco, en travesías nocturnas. No te apresures.
Si tus niños son pequeños y, tras una hora de navegación, ya no pueden más, baraja la posibilidad de echar el ancla para nadar un poco o regresar a puerto.
Lo más importante de todo es que no concibas una salida breve a navegar como un fracaso. Aun si regresas a tierra antes de lo planeado, busca alternativas en el mismo puerto deportivo o alrededores (pescar, buscar rocas, bañaros si hace calor, jugar en el barco, la lista es interminable) e, incluso, pide una pizza.
Podéis comer a bordo y dar un pase hacia el pueblo y tomar un helado. Con todo esto, habrás pasado un día en el agua. Habrás pasado un día en familia. Te habrás divertido fuera de casa. Y, lo más importante, tus hijos querrán repetir seguro.
Busca siempre los aspectos positivos pues, esta es una manera de redefinir tu día de navegación y ¡cuán maravilloso puede ser!