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Navegar con mal tiempo. El temporal.

Tan pronto como nos percatemos de que se avecina un temporal, debemos prepararnos para poder afrontarlo en las mejores condiciones hasta que podamos refugiarnos en un puerto o fondeadero seguro. La experiencia de la tripulación (tomar decisiones acertadas, la destreza y técnicas empleadas) así como el tipo de embarcación son factores importantes a la hora de enfrentarnos al mal tiempo, pues no es lo mismo navegar con vientos de fuerza 5/6 con gente inexperta, que navegar en condiciones más extremas con tripulaciones experimentadas. “Más vale prevenir que curar”, así que antes de adentrarnos en el temporal tenemos que preparar a la tripulación y acondicionar el barco:
  • Despeje la cubierta de objetos y equipos que no estén sujetos.
  • Compruebe y revise los cabos y amarras de la embarcación auxiliar y de la balsa salvavidas.
  • Cierre escotillas y portillos y cualquier acceso que pueda permitir filtraciones al interior del barco (grifos de fondo).
  • Compruebe que en el interior está todo colocado y guardado.
  • Tenga a mano achicadores y baldes.
  • Ordene a la tripulación el uso del chaleco salvavidas y los que vayan a estar en cubierta que se enganchen a una línea de vida.
  • Señale la posición en el cuaderno de bitácora, cartas de navegación así como en dispositivos electrónicos. Si necesitamos de la asistencia de Salvamento Marítimo nuestra posición es fundamental para llevar a cabo el rescate.
  • Encienda las luces de navegación.
  • Encienda el radar para poder detectar objetos u otras embarcaciones en las proximidades si la visibilidad se ve reducida.
  • Colóquese ropa de abrigo a ser posible impermeable, incluido el calzado.
  • Suministrar pastillas antimareo para quienes las necesiten.
  • Establezca el sistema de guardias. Mientras dure la guardia el resto de tripulación deberá evitar estar en la bañera, donde se corre más peligro y se puede coger frío.
  • Si vamos en un velero rizaremos la mayor con el primer o segundo rizo en función de la fuerza del viento. Reduciremos con el enrollador la superficie de la trinqueta si fuese necesario para equilibrar el barco.
Como hemos dicho antes, la experiencia nos ayudará a tomar las decisiones correctas a la hora de emplear las técnicas más adecuadas para enfrentarnos al temporal. Dos son las técnicas empleadas, capear y correr el temporal:

CAPEAR EL TEMPORAL
  • Significa mantener el barco avante y la mar entrando por la amura ajustando la velocidad.
  • Rizaremos la mayor y aplanaremos lo máximo posible, eligiendo un rumbo de ceñida.
  • Enrollaremos la trinqueta parcialmente en función de la intensidad del viento.
CORRER TEMPORAL
  • Significa navegar en la misma dirección del viento y la mar, controlando la velocidad.
  • Navegamos en la misma dirección del viento y las olas, produciendo una navegación más cómoda. Cuidado, pues a sotavento podemos tener la costa.
  • Navegaremos con las olas entrando por la aleta y teniendo cuidado de que un golpe de mar pueda dejarnos atravesados. Podríamos volcar
Si las condiciones empeoran hasta el punto de perder el gobierno de la embarcación, emplearemos tácticas para poder recuperar el rumbo y gobierno de un amanera segura y cómoda. Las tácticas empleadas son:

PONERSE AL PAIRO
  • Es un maniobra que consiste en acuartelar el foque, rizar la mayor en función de la intensidad del viento y dejar el timón a barlovento.
  • La embarcación experimenta una suma y resta de fuerzas que equilibra el barco y reduce la velocidad prácticamente a 0.
ARRIAR VELAMEN
  • Arriar todas las velas y llevar el timón a barlovento.
  • La embarcación quedará aproximadamente de través.
  • La deriva es mayor a sotavento.
CAPEAR A PALO SECO
  • Arriamos todas las velas y hacemos firme el timón a barlovento.
  • La embarcación adopta una posición de equilibrio sobre las olas.
  • Es aconsejable colocar un ancla de capa por la amura para evitar que el barco se atraviese a las olas.
REMOLCAR A UN CABO
  • Colocamos uno o dos cabos por popa lo suficientemente largos.
  • Los cabos pueden formar una gaza o arrastrar un ancla flotante lo que ayudaría a incrementar la resistencia y dar más estabilidad.
  • Es una manera de que la popa de la embarcación se mantenga estable entre las olas.
ANCLA DE CAPA O FLOTANTE
  • Dispositivo en forma de paracaídas que se une a la embarcación mediante un cabo.
  • Lanzado desde la proa debe alcanzar al menos de 10 a 15 veces la eslora.
  • Conseguiremos que la proa de la embarcación se mantenga en la dirección de las olas y el viento. Reducirá el abatimiento y suavizará los pantocazos.
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