¿Cómo perder el miedo a realizar la maniobra de amarre en puerto?

Una de las preocupaciones que suelen tener los patrones cuando se están iniciando en la navegación es la maniobra de salida y entrada en puerto, y más concretamente, la aproximación al amarre. El miedo de no saber gobernar la embarcación para entrar en el amarre es una de los temores habituales al que se enfrentan los navegantes menos experimentados.

La presión de que nos estén viendo otras personas desde el pantalán, la cercanía de otros barcos o incluso las indicaciones nerviosas de otros tripulantes a bordo mientras estamos maniobrando hacen que ese momento sea algo complicado las primeras veces. Afortunadamente, como casi todo, es una cuestión de práctica y habilidad que poco a poco podemos ir adquiriendo.

La maniobra de amarre en puerto

Antes de realizar la maniobra de amarre en puerto, necesitamos tener en cuenta los siguientes puntos: 

• Conocer el barco: Muchas veces la embarcación no es de nuestra propiedad, sino alquilada, y antes de realizar la maniobra de amarre, debemos asegurarnos de conocer bien el barco y todos sus detalles. 
• Conocer el lugar donde se va a realizar el amarre: Tenerlo localizado.
• Dejar preparado con tiempo las defensas y los cabos con los que amarraremos el barco.
• Dar indicaciones con tiempo a nuestra tripulación sobre que ayuda esperemos de ellos y donde pueden y no pueden colocarse.

Lo más importante es no improvisar sobre la marcha. Previamente, debemos haber preparado la maniobra para que no se creen situaciones de estrés y sobre todo, se reduzcan los fallos.

El barco durante la maniobra de amarre

A no ser que la embarcación sea de nuestra propiedad y la conozcamos a la perfección, debemos comprobar que respuestas nos da el barco antes de dirigirnos hacia el muelle. Es decir, tenemos que comprobar que efecto produce la hélice marcha atrás, como reacciona cambiando de dirección, hacia delante, etc. Es recomendable realizar estas comprobaciones en aguas tranquilas, por ejemplo, al entrar en puerto, pero alejados de los pantalanes o con puntos de referencia cercanos.

Seguidamente, prepararemos el barco para la maniobra de amarre y para ello, debemos tener preparados los cabos de amarre y las defensas como mínimo. La cubierta del barco debe de estar ordenada y libre de cualquier cosa que pueda crear una situación de riesgo, esto pueden ser vasos, toallas, botes de crema, etc. Además, si llevamos a bordo una VHF portátil, esta podrá ayudarnos para comunicarnos con el puerto y poder recibir instrucciones y ayuda.

Organización de la tripulación en la maniobra de amarre

En primer lugar, debemos identificar qué tripulantes son capaces de cumplir nuestras órdenes. Antes de entrar al puerto, hemos tenido que decidir que posición va a ocupar cada uno, qué deben realizar y cómo hacerlo. Posteriormente, a la hora de realizar la maniobra de amarre, debemos dar las órdenes de manera clara y ordenada, indicándo qué debe hacer cada tripulante.

Los tripulantes que no tengan asignada ninguna función, en la medida de lo posible, deberán estar bajo la cubierta o sentados en la cabina para que no causen confusión ni impidan la visibilidad.

Control de la velocidad durante la maniobra de amarre

La velocidad es uno de los principales factores de riesgo, para realizar el amarre correctamente debemos de reducir la velocidad al máximo, así realizaremos las maniobras necesarias con más facilidad y seguridad.

Es recomendable llevar las defensas adecuadas para que el barco impacte lo menos posible contra otras embarcaciones o incluso con el duro pantalán de hormigón. 

Taller de amarre en puerto

Lo más importante es la práctica, por ello, el Club de Patrones de Cenáutica organiza regularmente talleres prácticos de amarre en puerto para perfeccionar esta maniobra hasta sentirnos seguros.

En este taller, podrás adquirir la soltura necesaria para afrontar la entrada y salida del pantalán con confianza.



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