El Concordia era un buque escuela canadiense que navegaba con jóvenes universitarios. El día 17 lo alcanzó el temporal y en pocos segundos una racha de viento lo escoró y, al llevar los portillos abiertos, empezó a embarcar agua y se hundió rápidamente.
Los alumnos que se encontraban en ese momento en clase, apenas tuvieron tiempo para embarcar en las balsas, a unas 300 millas de la costa brasileña y fuera de las rutas de navegación.
- No hubo tiempo ni de utilizar la radio, así que sus vidas dependían de la señal de emergencia de la radiobaliza que debía activarse con el hundimiento.
- El dispositivo funcionó pero se perdieron 18 horas en comprobar que la señal no era una falsa alarma y en intentar contactar con el barco.
- Más tarde un avión de la Armada brasileña localizaba las balsas en medio de una fuerte tormenta.
- Cincuenta y cinco horas después, dos mercantes y una fragata brasileña rescataron a todos los náufragos que llegaron a Brasil con un gran choque emocional.
14 de Febrero de 2010, a bordo del Buque Escuela "Juan Sebastián de Elcano", navegando a 470 millas al NE del final de la regata en Mar de Plata, siendo ésta la octava singladura del tránsito entre Río de Janeiro y Montevideo.
Comienza la singladura de regular cariz navegando a vela con todo el aparejo excepto trinquetilla y foque volante, los cangrejos amarrados a un largo excepto el cangrejo trinquete y la cruz que van a ocho cuartas, viento bonancible del NNW y marejadilla.
Al poco de comenzar la singladura debido a la presencia de chubascos, todavía lejanos y por la proa, se cargan los estays y el petifoque, le sigue el juanete pero ya ha comenzado a descargar lo que comprobaríamos inmediatamente como un chubasco tormentoso que trae consigo un role de viento al SW muy brusco y rachas de temporal duro.
Se ha tocado Maniobra General (0250P) para cargar el aparejo de cruz y escandalosas misión que ya se da por imposible ante la dureza del viento y el intenso y repentino aguacero.
Desde el primer momento me ayudo con el motor para hacer más rápida la caída de rumbo, para abrir el viento, que se resiste.
El viento cargó de golpe hasta 45 nudos y se entabló rápidamente en unos 50, con rachas de hasta 59 nudos; su intensidad y brusco cambio de dirección provocan la rotura de la vela trinquete cruz antes de que sea posible cargarlo. La misma suerte corren el foque y contrafoque, sometidos a continuos gualdrapazos al haber largado sus escotas. La escandalosa del trinquete se rifa más tarde con el roce en las patas de araña de la cofa. El resto del aparejo resiste a pesar de superarse en algunos casos sus límites.
Durante la carrera para salir del chubasco, con vientos de temporal duro, se navega a un largo muy abierto y durante más de una hora la velocidad del buque se mantiene por encima de los 15 nudos hacia el W1/4NW y se alcanza una máxima velocidad de 16 nudos (máxima desde que comenzamos el crucero de instrucción).
Después de dos horas y media de carrera se consigue cargar los foques y ya con un viento relativo de 25 nudos y pasado el aguacero que acompañaba al chubasco, los gavieros pueden subir a los palos para cargar las escandalosas; se iza la trinquetilla y se randea el juanete, el velacho alto y el trinquete.
En esta situación se vira por redondo para salir más rápidamente de la influencia de la tormenta que dejamos definitivamente atrás gobernando a rumbo NW1/4W, quedando con viento flojo del SW y fuerte marejada, a 0547P se toca retirada de Maniobra General.