La peor situación que podemos encontrarnos a bordo de una embarcación es la de El abandono del barco. Cuando el patrón toma esa decisión es porque ha agotado todas las posibilidades y considera que la embarcación ya no es un lugar seguro para su tripulación. Recordad que ante una situación de emergencia lo último que se debe hacer es abandonar el barco. Si lo hacemos, es por que no es seguro para nosotros. Como norma general, es el patrón quien debe dar la orden de abandono de barco.

Cuando se da la orden de el abandono del barco, los tripulantes de la embarcación deberían haber adoptado las medidas previas para hacerlo en las mejores condiciones posibles, es el momento de llevarlo a cabo en el menor tiempo posible y con la mayor seguridad.

Cuando se efectúa directamente desde el buque a los medios de supervivencia (como por ejemplo la balsa salvavidas), la maniobra no está exenta de riesgos. Conllevará realizar los procedimientos necesarios de puesta a flote en los equipos implicados. No obstante, el abandono no siempre podrá realizarse en condiciones idóneas, y los tripulantes de la embarcación por diversas circunstancias de los dispositivos y por la premura en realizar el abandono se verán obligados a saltar al agua y desde allí a los dispositivos de supervivencia, con un aumento del riesgo físico y psicológico.

Una vez recibida la orden de el abandono del barco, los responsables de los dispositivos de salvamento vigilarán que el acceso a ellas se realice en las debidas condiciones de orden y tiempo, evitando que se sobrecarguen. Harán que todos aquellos que no tengan una función determinada se sienten en sus respectivos puestos y no se muevan.

MÉTODOS DE SEGURIDAD PARA TIRARSE AL AGUA

Se procurará abandonar el barco a bordo de un dispositivo de supervivencia. Si no queda más remedio que entrar en el agua, se elegirá un sitio apropiado para abandonar el barco, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
  • Deriva del barco: la embarcación puede ir abatiendo sobre el naufrago más rápido de lo que ál pueda separarse del mismo nadando, por lo que es conveniente abandonarlo por barlovento, ya que un mínimo esfuerzo nadando será suficiente para alejarse del la embarcación.
  • Dispositivo de supervivencia en el agua: una balsa salvavidas, puede derivar o abatir mucho más rápido que el naufrago al nadar.
Si carecemos de dispositivos de salvamento como la balsa salvavidas, preferiblemente abandonaremos el barco desde la proa o desde la popa para alejarnos con mayor facilidad. Abandonarlo por el medio, pudiera ser más complicado por la deriva del mismo al que deberíamos sumar el estado de la mar y otros peligros como por ejemplo, combustible ardiendo, embarrancamiento, etc.

CONSEJOS A LA HORA DE El ABANDONO DEL BARCO:
  • Ponerse el máximo de ropa de abrigo posible, protegiendo cabeza, pies, manos y cuello. Ajustar las prendas de vestir para evitar que el agua fría penetre fácilmente en ellas.
  • Colocarse los chalecos salvavidas.
  • Si se dispone de traje de inmersión, ponérselo sobre la ropa de abrigo.
  • No saltar sobre la capota de una balsa salvavidas o hacia popa de una balsa salvavidas porque el buque puede tener todavía alguna arrancada.
  • Intentar mantener los codos pegados al cuerpo y cubrirse nariz y boca con una mano mientras que con la otra se sujeta firmemente el chaleco salvavidas.
  • Mantener las piernas juntas y derechas.
  • Toda persona deberá tomar alguna medicina contra el mareo, pues el vómito provoca deshidratación acelerando los síntomas de hipotermia. Preferiblemente antes de acceder a la balsa salvavidas, y si no es posible, nada más entrar utilizar las que vienen en el botiquín de la balsa salvavidas.
  • Intentar abandonar el buque evitando el contacto directo con el agua. Si se dispone, usar las escalas sujetas a la borda del buque y descender por el costado hasta el dispositivo de supervivencia.
  • A menos que sea inevitable, no saltar al agua desde una altura superior a 5 metros. El impacto del chaleco nos podría causar alguna lesión en las cervicales y si no lo llevamos lo suficientemente ajustado, salirse.
  • Intentar reducir al mínimo el shock que produce la repentina inmersión en el agua fría.
  • Permanecer juntos en el agua, abrazados entre todos los que hayan abandonado el barco.
  • Si el abandono lo permite, llevar consigo otros dispositivos radioeléctricos de localización o comunicación (radiobaliza, VHF portátil, transpondedor de radar, etc..).
  • Racionalizar el uso de la pirotecnia si abandonamos desde la balsa salvavidas.
  • Enviar mensajes positivos a la tripulación. Ser optimistas e intentar mantener la calma.
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