Cocinar en una embarcación de recreo es una tarea rutinaria que nos aportará momentos de placer a bordo, pero que requiere elaborar el menú en unas condiciones muy diferentes a las de la cocina de nuestra casa. No contaremos con los mismos utensilios, electrodomésticos y utilidades que disponemos en tierra, aunque esto depende de cada barco y de su equipamiento.
Las dimensiones son mas reducidas y el orden es fundamental para el almacenamiento de los alimentos y utensilios de cocina. El espacio para cocinar, las mesas auxiliares, no es adecuado para preparar muchos platos a la vez y lo mejor será llevar preparado, en la medida de lo posible, lo que vayamos a comer.
Las ensaladas, platos fríos, sopas y consomés y cualquier comida cuya elaboración sea sencilla y no requiera encender siquiera el fuego es lo mas recomendable. Las ensaladas posiblemente son unos de los platos estrella a bordo. Las posibilidades son enormes y la variedad en su preparación nos permite disponer de una dieta sana y equilibrada: Ensaladas de pasta, arroz, legumbres, etc... Aquí la imaginación y la creatividad juegan un importante papel. Una buena recomendación es embarcar con todo precocido para evitar tener que hacerlo a bordo.
El "tapeo" es un recurso que nos puede salvar muchas veces de tener que meternos en faena cuando aprieta el calor o el barco se mueve. Algo de fiambre con pan, unas tostas, aceitunas, paté, verduras frías, frutos secos o los socorridos bocadillos "ilustrados" puede ahorrarnos alguna comida de vez en cuando. En este último caso es importante tener en cuenta el problema de las manchas de salsa sobre la cubierta, difíciles de quitar.
Las comidas muy elaboradas o las carnes es mejor dejarlas para premiarnos con un merecido homenaje a la entrada en puerto, después de una buena navegada, en un buen restaurantes cuando lleguemos a puerto, aunque algunas embarcaciones están equipadas con barbacoa a bordo para la preparación de carnes, verduras y pescados. Esta es una opción mas a tener en cuenta que deberemos pensar si nos conviene instalar a bordo.
En cuanto a la vajilla y cubiertos, lo habitual es que sean de plástico, porque son mas difíciles de romper con el balanceo del barco. En cuanto a su uso, lo mejor es utilizar un plato para toda la comida, ya que a la hora del fregado lo agradeceremos. No hay que olvidar que el agua es un bien escaso en la mar.
Por último, es importante recordar que navegando la hidratación es muy importante. Seguramente nuestro cuerpo nos lo va a pedir y la sed aparecerá con frecuencia. Por tanto, doble ración de líquidos, refrescos, zumos, etc...