Comprar un velero es, para muchos, el sueño de una vida. Cuando hablamos de veleros de entre 10 y 18 metros de eslora, no solo estamos comprando un barco, sino también un activo que se mueve al ritmo de unas reglas económicas muy particulares.
Si alguna vez te has preguntado cuánto valor "pierde" realmente tu barco cada vez que tachas un año en el calendario, en este artículo analizamos algunos de los factures que influyen en su depreciación.
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El coste de estrenar barco. La depreciación del primer año
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La curva de depreciación se suaviza: De los 2 a los 5 años
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Barcos de chárter Vs barcos particulares. No todos los usos deprecian igual.
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Factores que ayudan a que un barco no pierda tanto valor
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El factor España: Impuestos y ubicación
El coste de estrenar barco. La depreciación del primer año
Lo primero que hay que saber es que un velero nuevo tiene una depreciación muy similar a la de un coche de lujo nada más salir del concesionario. En el momento en que el barco pasa de estado "nuevo" a "usado" (el primer año), su valor sufre una corrección inmediata de entre el 10% y el 20%. Es lo que se llama la "penalización por estreno". Si compras un barco de 300.000 €, es normal que al cumplir su primer año pueda valer de 30.000 € a 60.000 € menos.
Conviene tener cuidado con algunos supuestos "expertos del sector". A modo de ejemplo, reciéntemente el presidente de una patronal náutica afirmaba lo siguiente en un escrito a los medios de comunicación
“A diferencia de los vehículos terrestres los barcos de uso comercial forman parte del patrimonio inversor de las empresas y, con un mantenimiento adecuado, conservan e incluso incrementan su valor con el paso del tiempo”. Este tipo de afirmaciones son temerarias y carentes de fundamento. Esta persona llegaba a afirmar en el contexto de la defensa de un normativa que un barco con un amarre garantizaba las revisiones periódicas, reparaciones y limpieza y que con ello mantenía el valor del activo o incluso ¡se incrementaba! Hay que tener cuidado y jamás comprar un barco a "profesionales" con este tipo de discursos creativos.
Que los barcos se deprecian es un hecho incuestionable y cualquier empresa de chárter medianamente seria impacta correctamente dentro de sus planes de negocio estas depreciaciones. Se puede debatir cuánto se deprecia, pero si un vendedor te dice que un barco no se deprecia ¡sal corriendo!
El único escenario factible de revalorización de una embarcación es un refit importante (que implica una reinversión en el activo) o un escenario de alta inflación en el que el valor del dinero se encarece por encima de la depreciación (que a los efectos, sigue siendo depreciación). Podría llegar a tener cierta influencia un escenario de alta demanda y escasez de oferta como el ocurrido en el año 2021, donde además de una inflación considerable, los pedidos de barcos nuevos requerían de mucha antelación lo que infló el precio de barcos de segunda mano temporalmente.
La curva de depreciación se suaviza: De los 2 a los 5 años
Una vez pasada la pérdida inicial, la depreiciación anual se vuelve más razonable. Entre el segundo y el quinto año, un velero suele depreciarse a un ritmo de aproximadamente un 7% u 8% anual.
Al llegar a los cinco años de vida, la mayoría de los barcos han alcanzado un valor que ronda el 40-50% de su precio original, siempre que hayan tenido un mantenimiento constante. Es a partir de los 10 años cuando la curva de depreciación tiende a aplanarse significativamente.
Al igual que ocurre con otros activos, no se deprecian igual todas las marcas. Astilleros premium como Hallberg-Rassy, Nautor Swan o X-Yachts utilizan materiales de más calidad, sus diseños son más atemporales y sus construcciones son robustas, lo que hace que estos barcos se deprecien menos por la confianza que los navegantes tienen en estas marcas.
Todos estos datos son a modo orientativo general, hay factores como el mantenimiento, el uso que se le ha dado a un barco, las horas de motor o si ha tenido algún refit o reequipamiento que tienen impacto en el valor. Lo vemos más adelante.
Barcos de chárter Vs barcos particulares. No todos los usos deprecian igual.
Normalmente no vale lo mismo un velero "mimado" por un dueño particular que uno que ha trabajado en una flota de alquiler o que ha sido utlizado por una escuela náutica. Esto es de sentido común, pero hay muchas empresas que alquilan embarcaciones que tratarán de minimizar el impacto del uso, algunas con planes de mantenimiento serios y otras con mucho bla bla bla... tu objetivo principal en una posible compra de un barco de chárter es analizar con detalle el verdadero mantenimiento que hace esa empresa.
Los veleros de particulares suelen acumular entre 50 y 100 horas de motor al año. El comprador de segunda mano valora positivamente que el barco haya sido "cuidado y mimado" por un único propietario, lo que ayuda a retener mejor el valor.
Los veleros de charter tienden a tener más horas de motor, pudiendo sumar entre 500 y 800 horas de motor anuales. El mercado suele penalizar estos barcos con descuentos de entre el 20% y el 30% adicional respecto a los particulares, ya que se perciben como activos amortizados por el uso intensivo de tripulaciones inexpertas. Aunque también puede darse el caso de que el barco haya cambiado el motor, lo que hace que recupere parte de su valor.
Por otro lado, las versiones de charter suelen tener más cabinas (por ejemplo, 4 cabinas en 14 metros), algo que el comprador privado generalmente valora menos que la amplitud de una "versión de armador".
Factores que ayudan a que un barco no pierda tanto valor
Hay tres pilares fundamentales que actúan como "escudo" frente a la depreciación:
- La marca: Astilleros de prestigio como Hallberg-Rassy, Nautor Swan o X-Yachts conservan su valor mucho mejor que las marcas de gran serie, pudiendo cotizarse alto incluso después de 15 años.
- El historial de mantenimiento: Un barco con facturas y registros digitales de todas sus revisiones puede venderse por un 10-20% más que uno similar que no tenga documentación. Incluso si se trata de un barco de chárter, pero la compañía lleva un riguroso mantemiento, a veces puede incluso valer más que un velero menos usado por un particular pero con un pésimo mantenimiento. Especial atención merecen aquellos barcos que hayan sufrido siniestros significativos: varadas, incidencias con el motor, daños estructurales.
- La electrónica y las velas: Son lo primero que envejece. Una electrónica de hace 5 años ya se considera antigua, y unas velas desgastadas restan valor de venta inmediato por el alto coste que supone reponerlas.
El factor España: Impuestos y ubicación
Si compras en España, el tema fiscal añade una capa extra. Un barco nuevo paga un 21% de IVA y un 12% de Impuesto de Matriculación (IEDMT) si supera los 8 metros de eslora. Ese 33% de carga total es dinero que "desaparece" fiscalmente si decides vender el barco fuera de España, donde el IEDMT no se recupera.
Además, si compras un barco usado entre particulares en España, deberás sumar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), que oscila entre el 4% y el 8% según la Comunidad Autónoma.
En el mediterráneo Grecia y Croacia son países que tienen una oferta amplia de embarcaciones de alquiler y que algunas suelen renovar a partir del cuarto año de antigüedad. Es factible encontrar barcos significativamente más baratos por no haber tenido que asumir el impuesto de matriculación en estos paises. Además, los costes de mantenimiento y amarres en estos países son menores, lo que puede repercutir en que las empresas puedan asumir una depreciación más rápida que países como Francia o España. Si bien, hay que tener en cuenta que traerse un barco de Grecia o Croacia implica tener que pagar un traslado, el impuesto de matriculación, y en algunos casos el IVA.
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Director adjunto de Cenáutica y fundador de Sailwiz. Escribo sobre actualidad, tendencias de consumo y novedades en el mercado de la náutica de recreo.
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