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Cómo cuidar tu motor fueraborda

Es fácil mantener el motor fueraborda en buen estado, incluso si no eres mecánico. El mantenimiento preventivo del motor del barco facilitará la navegación segura y hará que el motor se mantenga en buenas condiciones para navegar durante mucho tiempo.

Pasos a realizar después de cada travesía:

Mantenimiento del motor:
Lavar el motor. Esto no sólo se aplica cuándo se sale a navegar en el mar, sino también en agua dulce. Para ello se debe poner en marcha el motor con la cola dentro de un recipiente con agua dulce y dejar que la bomba refrigeración la circule por el interior del motor.

Mientras se esta lavando el motor, podremos ver el caudal de agua de refrigeración que sale por un lateral de la cola. Si la salida de agua es escasa, es posible que el circuito este sucio. Entonces, parar el motor para evitar el sobrecalentamiento e introducir un trozo de alambre para intentar desatascarlo. Si con eso no se resuelve el problema, es posible que sea necesario cambiar el impulsor de la bomba de agua de refrigeración.

Después de lavar el motor, desconectaremos el tubo de alimentación de combustible para que el motor consuma el combustible que quede hasta que se pare.

Con el motor parado, cuestión importantisima para evitar accidentes, abriremos la tapa del motor para ver si hay fugas de combustible o de agua. Si las hay, hay que llamar al mecánico.

Continuaremos rociando el motor con aceite anti-corrosivo, lubricando las partes móviles, como el cambio, los cables del acelerador, las válvulas del carburador, etc.

Volvemos a colocar la tapa y cubrimos el motor con una lona o cubierta de plástico.

Cada vez que se vaya a utilizar el motor se debe poner siempre combustible nuevo. Al final de la temporada, el mantenimiento del motor de la embarcación debe incluir la limpieza de los depósitos.

Mantenimiento regular.

- Revisar periódicamente la línea de combustible en busca de grietas o partes desgastadas.
- Asegurarse de que la perilla de cebado de combustible no está rota y es flexible.
- Comprobar que las abrazaderas en el circuito del combustible no se han oxidado o corroído.
- Comprobar posibles daños o corrosión en el depósito de combustible.
- Comprobar la ventilación del depósito para asegurarse de que aspira correctamente.

Y cuando lo indique el manual del fabricante, encargar al mecánico los cambios de aceite, filtros, bujías, etc.
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