El agua que consumimos a bordo de una embarcación es un bien preciado, tanto para beber, asearnos, como para cocinar y para lavar la ropa. Una persona necesita aproximadamente 1,5 litros de agua por día para consumo propio, si además sumamos el aseo esta cantidad puede subir a 7/8 litros diarios solo para necesidades básica. Si lo multiplicamos por 5 o 6 personas que pueden formar una tripulación media, el consumo diario asciende a 40/50 litros. El depósito medio de una embarcación de recreo suele estar en torno a los 300/400 litros. Viendo estos números, el depósito de una embarcación nos puede abastecer para cinco o seis días por lo que si solo dispone de un tanque fijo el resto de avituallamiento habrá que hacerlo en bidones o cubas para no quedarnos sin agua antes de poder recalar en puerto y rellenarlos.
En el mercado existen depósitos flexibles que nos permiten aumentar la capacidad de agua permitiéndonos un buen margen de reserva. Una desalinizadora nos ayudará a ahorrar agua, especialmente a la hora de lavar la ropa, pues con agua salada acaba oliendo y no se seca.
Algunos consejos:
- Calcule el consumo por persona y día y así evitará sorpresas de última hora.
- Evite llenar los depósitos hasta el tapón para que no haga presión y pueda estropear el mismo depósito.
- Apriete bien el tapón de cubierta para evitar que el agua acabe en salobre y termine no siendo potable.
- Desinfectar, lavar bidones, cubetas y botellas reutilizables. No almacenarlas al sol.
- Una desalinizadora manual nos puede sacar de algún apuro. No la menosprecie.
A la hora de elaborar los menús tendremos en cuenta la capacidad de nuestra nevera, muchos alimentos necesitan el frío para conservarse y las neveras de los barcos no suelen tener mucho espacio. También si alguien de nuestra tripulación es alérgico o intolerante a algún tipo de alimento, así evitaremos reacciones alérgicas. Recordemos que en la mar las incidencias médicas se complican por la distancia a tierra que retrasa la intervención sanitaria.
Complete la lista de la compra y no olvide incluir: aceite, sal, azúcar, especias, papel de aluminio, pinzas, cerillas, papel de cocina, bolsas de basura y productos de limpieza. El gasto medio debe estar entre los 10 y 12 euros diarios.
Algunos consejos:
- Elabore los menús con anterioridad y no compre más de lo que necesite.
- Enumere los armarios para clasificar la comida y así vigilar su estado.
- La comida que deba mantenerse seca, deberá estibarse en armarios ventilados y de fácil acceso.
- Las conservas se pueden guardar en sentinas y armarios menos ventilados.
- Los alimentos de uso frecuente en lugares accesibles y a mano.
- Los zumos y bebidas a ser posible que tengan tapón.
- No amontone la fruta y verduras, y vigile las piezas en mal estado.
- Asegúrese que el pan que vaya a comprar aguanta varios días (como el pan payés). Otra alternativa es el pan de molde o de centeno.
- Los platos preparados y las conservas nos sacarán de un apuro en los días en que la meteorología no nos permita cocinar.
- Modere el consumo de alcohol.