El fuego es el peor enemigo de los barcos y la situación más peligrosa que puede ocurrir. Dependiendo del tipo de material de construcción y de la causa que lo haya originado, tendremos que tratarlo con la misma urgencia pero de distinta manera.

Afortunadamente no se producen muchos, pero según las estadísticas, la mitad de ellos conducen a la pérdida total de la embarcación. La mayor parte de los incendios tienen lugar en los puertos que es donde pasan la mayor parte del tiempo. Y cuando ocurren en un puerto, lo normal es que ardan varios barcos contiguos, pasando el fuego de uno a otro y generando desastres aún mayores.

La mayor parte de los incendios ocurren por causas eléctricas, casi siempre por instalación de prolongadores y enchufes múltiples que no están construidos para soportar la potencia de los aparatos conectados. Mucho cuidado con los convectores de calor y estufas eléctricas ya que consumen como mínimo 2 Kw y eso es bastante potencia. Haga la prueba en casa. Coja un prolongador y conecte dos convectores eléctricos al mismo ladro. Verá como pasados unos minutos el cable empieza a calentarse! Si las conexiones no son buenas debido a una posible oxidación del enchufe en el ambiente marinos, el peligro es mucho mayor.

Navegando, el fuego eléctrico es también el primer culpable de los incendios a bordo. Las baterías tienen mucha energía almacenada y un cortocircuito debido a dos cables que se tocan o una pieza metálica caída en un lugar inapropiado son suficientes para producir un sobreamperaje brutal capaz de provocar el fuego. Tenga presente que a 12 voltios los cables eléctricos tienen que ser bastante gruesos (o muy gruesos) cuando el aparato consuma mucha potencia. Es el caso del motor de arranque del barco o del molinete del ancla que puede llegar a consumir cerca de 2.000 watios. A igualdad de potencia (2000 watios) cuanto más baja sea la tensión (12 voltios del barco frente a 220 voltios de la corriente de tierra) más gruesos tendrán que ser los cables. Por esto, un aparato de 2.000 watios a 220 voltios tendrá un cable normal, mientras que a 12 voltios el cable deberá ser tan grueso como el dedo meñique. Si se pone un cable de menor grosor, este se calentará hasta provocar un incendio por exceso de calor.

Es peligroso sustituir un fusible por otro de mayor amperaje, o peor aún por un cable eléctrico o un trozo de papel de aluminio, como hemos podido observar en algunas ocasiones. Si hay un problema con el circuito eléctrico el fusible no actuará y tendremos un incendio eléctrico asegurado. Evite los empalmes mal hechos dentro de las cajas de registro. Si tiene que instalar nuevos aparatos utilice cables ignífugos. Si su barco es antiguo verifique que el circuito de las baterías tiene interruptores de corte para cada positivo de batería y otro común para el negativo.

Los efectos del fuego son devastadores incluso en los barcos metálicos, y aunque el casco no arda puede llegar a fundirse especialmente con los cascos de aluminio cuya temperatura de fusión es bastante más baja que la del acero. El aluminio fundirá dependiendo de la aleación a unos 500ºC fácilmente alcanzables durante un incendio. Si el casco es de fibra, el fuego generará gases tóxicos al arder el poliéster, haciendo desaparecer el casco en medio de una densa y dañina humareda negra. Al contrario de lo que podría parecer, el barco de madera es el que mejor resiste el fuego ya que se quema a un ritmo constante, sin generar gases tóxicos y sin deteriorarse la estructura mientras está ardiendo.

Etapas de un incendio

1.- Etapa Incipiente: no hay llama, la temperatura es baja y hay poco humo, se generan gran cantidad de partículas de combustión invisibles

2.- Etapa Latente: aumenta la cantidad de partículas y se hacen visibles en forma de humo

3.- Etapa de Llama: se ha alcanzado el punto de ignición y comienzan las llamas aumentando el calor y disminuyendo el humo

4.- Etapa de Calor: gran cantidad de llamas, calor, humo y gases tóxicos

Conviene conocer bien el uso de los extintores a bordo de una embarcaciones de recreo.

Respecto al combustible debe saber que el diesel es mucho más seguro que la gasolina, ya que esta última genera, a la misma temperatura, muchos más vapores inflamables y, además, su punto de inflamación es inferior al del gasoil.

Una causa típica de explosión de los barcos se debe a los gases inflamables almacenados en el compartimiento de un motor de gasolina intraborda que lleve cierto tiempo sin ser utilizado. Si la admisión de combustible pierde un poco de gasolina, durante el verano, el calor la evaporará, produciendo gases explosivos. Por ello antes de girar la llave de contacto y arrancar es prudente ventilar los motores y airear el interior del barco. Es una imprudencia almacenar la lata de aceite en el compartimiento del motor, o llevar productos inflamables de limpieza, pinturas o trapos en la zona del motor, especialmente si estos están empapados de aceite, lo cual los convierte en antorchas listas para inflamarse. Compruebe que la paneles insonorizantes están realizados con espumas ignífugas, y si no es el caso, haga un esfuerzo económico y no demore su sustitución.

Si su embarcación es antigua, cuidado con el gas de la cocina, ya que la goma puede estar deteriorada y provocar pérdidas. Cuando cocine deje fuera del alcance de las llamas cualquier bayeta, trapo u objeto que pueda inflamarse, y tenga presente que hay comidas muy inadecuadas como las crepes flambeadas, o hacer una queimada gallega!

En algunos barcos antiguos la botella del gas no se encuentra en los compartimiento del exterior o con suficiente ventilación. Si este es su caso, piense en un nuevo emplazamiento y modifique su instalación. Verifique la fecha de caducidad del tubo del gas, y no olvide cerrar la llave del gas después usar la cocina. Cuando se vaya del barco cierre la llave principal situada en la botella.

Cuando el barco ya está en llamas debemos detener la combustión de forma inmediata y para ello podemos actuar sobre cualquiera de los cuatro elementos que concurren en cualquier fuego, Combustible + Oxigeno + Calor + Reacción en cadena. En cuanto desaparezca cualquiera de los cuatro, habremos acabado con el fuego.

Para evitar que se extienda, es conveniente aislar y enfriar las zonas cercanas, lo cual permitirá controlar el fuego en sólo una zona al no encontrar el calor suficiente para expandirse.

Retirar el combustible es a veces tarea imposible en un barco por lo que debemos eliminar el oxigeno o bajar la temperatura. Para sofocar un fuego podremos utilizar una manta anticalórica o lanzando espuma o polvo mediante un extintor. Pero también podremos enfriarlo mediante agua que al evaporarse absorbe el calor y por tanto enfría. Las mantas antifuego son incombustibles y vendrán muy bien para apagar una sartén ardiendo o una zona en llamas bien delimitada.

Resguarde del viento la zona ardiendo, haga que la zona quede a sotavento, poniendo la misma velocidad que el viento conseguirá que el viento aparente sea nulo. Aísle la zona ardiendo cortando la corriente y la ventilación. Nunca abra de golpe un camarote ardiendo, lo único que conseguirá es avivar el fuego al introducir más aire.

Utilice máscara de gas para evitar la intoxicación por gases tóxicos y túmbese en el suelo que es donde mayor cantidad de oxígeno quedará.

Una vez apagado, debe dejar enfriar la zona y posteriormente ventilarla para eliminar los gases tóxicos que se han producido.

Si no somos capaces de apagar el incendio y estamos cerca de una playa con poca sonda y fondo de arena, quizá sea conveniente abrir los grifos de fondo y dejar que la embarcación se hunda para luego poder reflotarla.

EL tratamiento del fuego, se explica en profundidad en los cursos teóricos de Cenautica, y el manejo de los equipos de contra incendios durante las prácticas en sus barcos escuela.

Consejos para evitar un incendio

1.- No acumular trapos ni material de limpieza impregnado de aceite, grasa o gasolina.

2.- Cuide la instalación eléctrica para evitar cortocircuitos. No utilice equipos con cables pelados o defectuosos.

3.- Desconecte todo equipo eléctrico que no esté usando.

4.- Evite el sobrecalentamiento de las conexiones eléctricas.

5.- Si tiene que almacenar líquidos inflamables, hágalo en envases diseñados para ello y la cantidad indispensable.

6.- Mantenga cargados y listos los extintores.

7.- Ventile bien todos los compartimentos donde puedan acumularse gases inflamables.

8.- Revise la instalación de gas de la cocina.

Artículo publicado en colaboración con Fondear.com
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