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Fraude en la obtención de titulaciones náuticas

Sorprende que algunas personas piensen todavía que es posible obtener una titulación náutica, aunque sea para recreo, sin estudiar, sin examinarse, o sin realizar las prácticas oficiales.

Y sin embargo las hay, prueba de ello son las noticias aparecidas estos días en los medios de comunicación sobre el presunto fraude descubierto por la Guardia Civil en Valencia en el que se vio envuelto un conocido piloto de motocicletas, campeón del mundo en su especialidad. Es posible que, de no mediar la implicación del famoso en este lamentable suceso, no hubiese tenido la repercusión mediática que ha tenido y, tal vez, ni nos hubiésemos enterado.

Para quien no los conozca, puede leer un resumen de lo publicado en la prensa en este artículo: Detenciones por fraude en los exámenes teóricos de titulaciones náutica en Valencia.

Noticias similares a esta nos llegan con cierta frecuencia, de títulos falsificados que determinados delincuentes venden o que facilitan su obtención de forma fraudulenta y que se descubren con ocasión de inspecciones rutinarias. En los últimos años hemos tenido conocimiento de fraudes de este tipo en Murcia, Ceuta, Canarias, Galicia, Andalucía, entre otras comunidades.

¿Que pasa por la mente de quienes obtienen estos títulos falsificados o se prestan, para obtenerlos, a estos "trapicheos"?

En el mejor de los casos un profundo desconocimiento de los riesgos que corre quien se hace a la mar sin los más elementales conocimientos. Riesgos que, como en cualquier otra actividad humana, están ahí por más que algunos interesados traten de ocultar y desconocimiento que en modo alguno puede remediarse con unas breves explicaciones al incauto de turno, en una breve navegación.

Quienes hacemos de la enseñanza de la navegación de recreo nuestra profesión, a pesar de nuestra insistencia, no hemos sido capaces de lograr que las administraciones pongan los medios técnicos y jurídicos para erradicar estas irregularidades con sanciones, controles e inspecciones, de fácil implantación con los medios técnicos de uso común hoy día, y con un régimen sancionador específico, ya que la Ley de Puertos y Marina Mercante no parece ser el instrumento legal adecuado para ello.

No obstante lo anterior, hay que mencionar el logro de las escuelas náuticas, como Cenautica, cuando en 1998 consiguieron que se implantasen las prácticas oficiales de navegación o el examen práctico obligatorio para la obtención de los títulos. Por sorprendente que pueda parecer muchas escuelas náuticas por aquel entonces se opusieron a que se implantasen estas prácticas y eran partidarias de que según la normativa se pudiesen seguir expidiendo títulos para la navegación de recreo con tan solo aprobar un examen teórico y sin haber pisado jamás una embarcación. Increíble, pero cierto.

Lo cierto es que con dieciséis horas de prácticas no se pueden hacer avezados navegantes pero, menos era nada. En Cenautica pensamos que habría que incrementar el número de horas de prácticas y reducir los programas teóricos, eliminando de ellos cuestiones obsoletas como por ejemplo la apertura y cierre de los platinos por lo que han preguntado varias veces en los últimos exámenes teóricos celebrados en Madrid. Un tema interesante como pieza de museo pero de dudosa utilidad para la seguridad de la vida humana en la mar.

Sin embargo, y como se ha dicho, algunas administraciones no han estado a la altura de las circunstancias y no han ejercido las facultades de control e inspección que les confiere la ley.

¿Que harán quienes han conseguido su título por procedimientos irregulares cuando un día navegando se cierre en niebla?, ¿cuando tengan que utilizar la radio para solicitar ayuda o en cualquier otra circunstancia adversa en las que los conocimientos y habilidades imprescindibles no se pueden comprar?

¿Y que decir de las normas de obligado cumplimiento, como las reglas de rumbo y gobierno, limitaciones a la navegación, prevención de la contaminación, etc........, cuyo desconocimiento no exime de su cumplimiento?

Esperemos que no tengan la desgracia de sufrir un accidente con daños y lesiones a terceras personas porque el seguro se desentenderá al descubrirse la falsedad del título y, entonces, la cuestión podría ser muy seria con, incluso, penas de cárcel.

Por ello, no parece muy sensato escuchar cantos de sirena, que haberlos hay y en abundancia, de "chiringuitos" con apariencia de escuelas náuticas, que ofrecen las prácticas a bajo precio (por debajo del coste que supone su realización); ¿se hacen en ellas todas las horas o directamente ni se hacen? ¿se mezclan alumnos en una misma práctica de distintas titulaciones que tienen que realizar programas diferentes?, o los de escuelas que sin otra infraestructura que una web y un móvil ofrecen cursos a precio de saldo con reclamos que el ciudadano de a pie no puede contrastar.

Nuestro consejo es que antes de decidir se informe y, si es posible, vaya a conocer la escuela y se ahorrará alguna que otra desagradable sorpresa; Le recomendamos para ello el siguiente artículo: Elegir una escuela náutica de recreo
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