La mayoría de los aficionados a la navegación de recreo han tenido su primera experiencia navegando con algún familiar o amigo. Después, quienes deciden dar el siguiente paso, acuden a una escuela náutica de recreo para obtener una titulación que les permita seguir navegando, ahora ya, como patrón.
La elección de escuela no es cosa sencilla y las consecuencias de esta decisión determinarán el futuro del aspirante a navegante.
Por una parte está su seguridad y la de los familiares y amigos que le acompañen que, ante cualquier percance, va a depender de sus habilidades y conocimientos. Por otra, el entorno en el que de estos primeros pasos: las experiencias que transmitan los profesores y el ambiente que se respire durante el aprendizaje, le animará o disuadirá de seguir navegando en el futuro.
Para decidir no se limite a comparar precios sino que emplee un poco de su tiempo en visitar varias escuelas y en hacer algunas averiguaciones:
- ¿Está la escuela homologada? Para impartir enseñanzas de náutica de recreo hay que contar con la pertinente autorización de la administración competente en la comunidad autónoma donde se ejerza la actividad, garantía de que la escuela reúne unas condiciones mínimas de calidad y que sus profesores e instructores son profesionales con experiencia contrastada y no aficionados. Para ello diríjase a la administración competente de su comunidad autónoma.
- Conozca sus instalaciones: Confort y facilidades de acceso y de aparcamiento. ¿Cuantos alumnos habrá en clase? Hay escuelas muy baratas que agrupan hasta 40 alumnos en la misma aula... Otras, se limitan a sentar al alumno frente a un ordenador y ponerle a hacer tests.
- ¿Cuántos alumnos irán en las prácticas de navegación? La calidad de la práctica viene determinada en gran parte por el ratio instructor/alumno. Es sencillo, cuántos mas alumnos haya en la práctica menos tiempo podrá practicar cada alumno. Asegúrese antes de contratarlas de que todos los alumnos son de la misma titulación ya que algunas escuelas mezclan alumnos de diferentes titulaciones reduciendo así la atención que el instructor le podrá dedicar.
- ¿De quien es el barco en el que hará las práctica? Para evitar desagradables sorpresas, nunca contrate una práctica sin ver antes una fotografía de la embarcación y averiguar cuantos alumnos están autorizados a embarcar. Pregunte si el barco pertenece a la escuela con quien las está contratando o si está tratando con un mero intermediario. En ese caso, contrate directamente la práctica con la escuela propietaria de la embarcación para ahorrarse la comisión del intermediario.
- ¿Tiene escuela virtual o son solo unos tests online? La mayoría de las escuelas ofrecen con sus cursos el acceso a una escuela virtual. Pídales que se la muestren, no vaya a ser que no tenga más contenidos que unos simples tests colgados en Internet. Es más; algunas escuelas incluso se limitan a redirigirle a webs de tests gratuitas en Internet, cuyas preguntas no están actualizadas ni corregidas por profesionales.
- ¿Cuándo y donde se realizan las prácticas? Cenáutica es la única escuela náutica de España que le ofrece la posibilidad de realizar sus prácticas en bases y con barcos y tripulaciones propias, en embalse, río o mar y durante todo el año, en las que, además de las prácticas oficiales de todas las titulaciones, podrá realizar prácticas de perfeccionamiento y travesías donde adquirir la experiencia necesaria para navegar con seguridad.
- ¿Qué material didáctico utilizará? En algunas escuelas le entregarán un libro o le dirigirán a una librería para que lo compre. Otras utilizan manuales propios cuya ventaja reside en que están permanentemente actualizados y orientados a lo que preguntan en los exámenes. Un buen manual es fundamental para hacer su aprendizaje sencillo, ameno y en menos tiempo. En Cenáutica, aproximadamente veinte instructores y profesores intervienen en la revisión y actualización de los manuales y de los contenidos de la escuela virtual. Esta continua revisión marca la diferencia en cuanto a la calidad del contenido de un manual y los libros de venta en librerías.
- ¿Qué incluye el curso? Si el curso es muy barato es posible que luego la escuela le cobre por la gestión de la matrícula (en algunos casos hasta 50 euros), por clases adicionales, por el material didáctico o por otros conceptos que en otras escuelas están incluidos en el precio.
- ¿Qué opciones le ofrecen para preparar el examen teórico; que pasa si no puede ir a clase? Cuantos mas horarios y opciones y modalidades de cursos ofrezca la escuela, más fácil lo tendrá para recuperar las clases a las que no pueda asistir. Pregunte sobre la flexibilidad de horarios.
- ¿Y si no aprueba el examen teórico? Algunas escuelas, como Cenáutica, incluyen una garantía de aprobado para las titulaciones de P.N.B y P.E.R, que le permitirá volver a hacer el curso, cumpliendo unas condiciones mínimas de preparación del examen, con lo que si en el examen tiene un mal día, no tendrá que volver a pagar. Algunas escuelas utilizan reclamos del "100% de aprobados", afirmaciones de veracidad indemostrable en las que conviene no caer.
- ¿Qué dicen sus antiguos alumnos? Aquí hay que saber donde mirar. Obviamente, las secciones de las propias webs de las escuelas náuticas con opiniones de sus alumnos rebosarán de criticas maravillosas hacia sus métodos didáctos y personal. Ya lo dice el refrán: "Dime de que presumes...." Lo mejor es preguntar en el puerto deportivo, por Internet o a conocidos que hayan obtenido ya una titulación para tener opiniones "sin filtros".
Estos son algunos consejos para elegir su escuela. Considere también acogerse a interesantes ofertas, tratando de inscribirse con varios amigos, lo que le ahorrará hasta un 50% del importe del curso o que actividades y servicios ofrecen a sus antiguos alumnos. Pero sobre todo, infórmese bien, visite la escuela y resuelva todas sus dudas antes de inscribirse. Pida siempre una factura del curso y desconfíe de reclamos del tipo “100% de aprobados” o de certificados de prácticas sin necesidad de asistir, afirmaciones imposibles de demostrar por parte de la escuela, cuando no un flagrante fraude.