x

Crónica del viaje al salón náutico de Düsseldorf 2024

  • Jorge Cabrera
Jorge Cabrera
Hace ya algunos años que queríamos potenciar en el Club de Patrones de Cenáutica la organización de viajes a los mejores salones náuticos del mundo.

Este año 2024 el destino elegido era Düsseldorf, el salón náutico más grande de Europa, un auténtico "parque de atracciones" para los amantes de la navegación de recreo.

Y el viaje no ha podido salir mejor. Ha sido una de las mejores experiencias para los socios del club y un viaje que recordaremos por mucho tiempo.
Tabla de contenidos
Mostrar
Ocultar
  • Rumbo a Düsseldorf, Alemania
  • El grupo
  • Todos queremos comprar un Yate
  • No nos fuimos sin cenar
  • Un poco de turismo el domingo
  • Apúntate al próximo viaje a Düsseldorf

Rumbo a Düsseldorf, Alemania

Desde que planteamos la posibilidad de visitar el salón náutico de Düsseldorf con el Club de Patrones, sabíamos que era una experiencia a la que podrían sumarse navegantes de todas las edades y partes de España. Por ello, pese a las dificultades que plantea la organización de un evento de este tipo, ofrecimos la oportunidad de que se sumaran a la aventura navegantes de todas partes. Y la respuesta fue muy buena, ya que tuvimos la suerte de contar un grupo heterogeno con amantes del mar que venían desde Alicante, Sevilla, Madrid, Ciudad Real... y que con mucha ilusión nos preparamos para un fin de semana de disfrute, risas y muchos... muchos barcos.

Llegó por fin el día de embarcarnos con destino a Düsseldorf, la ciudad que acoge cada año el salón náutico más importante de Europa. Situada a orillas del río Rin, en el estado de Renania del Norte-Westfalia, al noroeste de Alemania, Düsseldorf es conocida por su gran oferta cultural, sus impresionantes rascacielos y su oferta gastronómica. En esta región es habitual encontrar un clima muy frío, pero tuvimos mucha suerte y el tiempo nos acompañó todo el fin de semana. Pudimos disfrutar de unos rayitos de sol, lo que añadió un toque especial a nuestra experiencia.

Llevábamos meses organizando este viaje y no podíamos creer que finalmente había llegado el día. Así que, con las maletas listas, nos dirigimos al aeropuerto. La opción más rápida para llegar era salir desde Madrid, ya que hay vuelo directo, por lo que ese fue nuestro punto de encuentro para todos los viajeros. En solo dos horas y media de vuelo, ya estábamos en nuestro destino.

Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas
Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas

El grupo

Sería injusto intentar resumir la personalidad de cada uno en una sola frase. Este viaje se concibió con la idea de reunir a personas con un vínculo común, la pasión por la navegación de recreo.

Encarni y José Manuel, representando a Valdepeñas, encarnan la prueba viviente de que la edad es solo un número. Sus historias podrían llenar horas y horas de conversación.

Manuel, llegado desde Sevilla, aportó su valiosa experiencia de vida y compartió sabios consejos con todo el grupo.

Desde Alicante, un grupo de chicos llenó el viaje de bromas y risas. Los Sergios (padre e hijo), José María, Pinna y Sergio, mantuvieron al grupo unido y aportaron frescura con sus energías.

Por último, desde Madrid, nos unimos Carmen y yo. Carmen destaca por su alegría contagiosa y energía inagotable. Su risa, sin duda, es lo más característico. Y respecto a mí, bueno, qué puedo decir... Solo intento organizar este viaje con la idea de que nos haga pasar unos días inolvidables.

Grupo Düsseldorf
Grupo Düsseldorf

Todos queremos comprar un Yate

Sábado, dia D.... El despertador sonó temprano, marcando el inicio de un día que se presentaba largo e inesperado. Desayunamos con calma, reponiendo energías para lo que vendría después. Por cierto, olvidé mencionar dónde nos alojamos durante nuestra estancia en Alemania. Nos recibieron con gran amabilidad en el hotel NH Düsseldorf City, un hotel céntrico, con todas las comodidades, en el que estuvimos muy agusto y conocimos a más españoles que también habían viajado hasta la ciudad germana para acudir a la muestra marítima.

Una vez listos, nos dirigimos al salón. El trayecto en tren duró unos 15 minutos desde nuestro hotel. Nadie del grupo había visitado antes una feria náutica tan grande como la de Düsseldorf y las muestras de admiración y asombro eran evidentes en cada uno de nosotros a medida que descubríamos los distintos pabellones.



Durante nuestra visita al salón, cada uno de nosotros tuvo la oportunidad de recorrer la feria a su propio ritmo y explorar los barcos que más nos interesaban. Desde los veleros más elegantes hasta los yates más lujosos, había una amplia variedad de embarcaciones que captaban nuestra atención. Recuerdo claramente que la frase más repetida durante nuestra visita fue 'Para el próximo año me lo compro'.

Aunque disfrutamos de tiempo libre para explorar individualmente, también nos reunimos en varias ocasiones para compartir nuestras impresiones y experiencias. 

La exposición cuenta con siete pabellones dedicados a embarcaciones de motor, de los cuales, dos son de grandes yates. Probablemente es el único salón náutico del mundo en el que se pueden ver tantos grandes yates de lujo en seco, todo un espectáculo. Además, para los amantes de la vela, dos pabellones exclusivos de barcos de vela de crucero en el que están presentes las marcas más importantes del mundo y otros dos de accesorios, acastillaje, ropa, etc. Sin olvidar el pabellón dedicado al buceo, o el surfero, con una piscina gigante en la que había distintas demostraciones.



Aquí va un recopilatorio de algunas de las fotos que nos sacamos ese día:

No nos fuimos sin cenar

Después de pasar el día entero caminando, por la noche tocó recuperar fuerzas, y qué mejor manera que probando la comida alemana. Reservamos en un restaurante típico germano que nos habían recomendado en el centro de la ciudad. No faltaron la cerveza y las salchichas, en una cena en la que tuvimos la ocasión de intercambiar opiniones del salón y seguir hablando de lo que nos había traído hasta aquí, el mar, y las distintas batallas y experiencias de cada uno.

Un poco de turismo el domingo

Aunque la feria da para más de un dia, el domingo decidimos dedicarlo a explorar la ciudad y sus atracciones más importantes. Fue Manuel quien tomó la iniciativa de liderar nuestro recorrido y, con ayuda de Google maps, recorrimos sus calles y parques.

Después de un buen rato caminando, llegamos a las orillas del Rin. Con un día soleado, y buena temperatura, aprovechamos para dar un paseo a lo largo del río, disfrutando de las vistas panorámicas y respirando el aire fresco.

Por supuesto, no podía faltar la experiencia de probar la famosa cerveza local. Nos paramos en una terraza junto al río, donde disfrutamos de cervezas alemanas, mientras compartíamos risas y recuerdos de nuestra visita al salón náutico.

 

Apúntate al próximo viaje a Düsseldorf

A nuestro regreso a España, toca la parte más dura, las despedidas. ¡Qué bien nos lo hemos pasado!

Durante nuestro tiempo juntos, y a pesar de que han sido muy pocos días, el grupo ha congeniado muy bien, a pesar de las diferentes personalidades, aprendiendo unos de otros y creando una conexión especial. Una conexión con un nexo común, los barcos y el mar, que nos da tantas alegrías, tanto si estamos navegando o al compartir experiencias como esta, porque la gente del mar es especial.

Entre todos llegamos a una conclusión unánime: esta aventura es algo que no se puede perder, y es necesario repetirla cada año. ¿A qué próximo salón náutico nos escaparemos?

Lo que es seguro es que el año ¡Repetimos Düsseldorf! A partir de ahora, cita obligatoria cada año.

  • Jorge Cabrera
    Jorge Cabrera
¿Qué te ha parecido este artículo?
La valoración media es de 5/5
Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecerte una mejor experiencia y servicio, en función de tus hábitos de navegación. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso.
Aceptar