Con la llegada del nuevo gobierno se abren nuevas expectativas para la náutica de recreo. El extenso litoral, el clima, las infraestructuras, y la tradición turística de España, deberían hacernos volver los ojos a la náutica de recreo, como alternativa de calidad al turismo de masas y como fuente de generación de riqueza y de empleo.
Para ello habrá que crear las condiciones adecuadas, acometiendo las reformas estructurales necesarias para competir, en igualdad de condiciones, con nuestros vecinos europeos, que ofrecen más facilidades y mejores precios para la práctica de la navegación de recreo.
Se necesita voluntad política para establecer un marco normativo y fiscal distinto del actual, claramente mejorable, y para acometer las reformas necesarias que faciliten el acceso a la navegación de recreo, no sólo a los ciudadanos españoles, sino a los extranjeros que vendrían a nuestras costas a practicarla, desarrollándose así una importante industria que compense la crisis del sector pesquero y la casi desaparición de la flota de la marina mercante.
En todo caso, estas reformas deberían incluir:
- Un nuevo marco jurídico específico en el que se establezca el carácter jurídico de la embarcación de recreo y en el que se regule esta actividad de ocio y turismo, totalmente ajena al deporte y a la marina mercante, para incluirlo en el Proyecto de Ley 121-000111/2006, de 3 noviembre, General de Navegación Marítima, cuyo plazo de enmiendas concluyo el pasado 4 de septiembre (Boletín del Congreso, 27 de junio).
- La creación de un organismo específico en la Administración del Estado que, en exclusiva, entienda de todas las competencias sobre náutica de recreo, independiente de Marina Mercante y totalmente ajeno a los organismos que entienden del deporte.
- Un tratamiento fiscal más favorable, eliminándose el impuesto de matriculación, por ser España el único país donde las embarcaciones de recreo están sometidas a una doble tributación.
- Soluciones a la escasez de amarres como el re ordenamiento de los recursos actuales aprovechando antiguas dársenas de puertos comerciales y pesqueros en desuso; la puesta en servicio de rampas de varada y marinas secas que alivien la ocupación de los puertos de embarcaciones pequeñas; la construcción de nuevos puertos donde las condiciones medioambientales lo permitan, y el fomento de soluciones alternativas a la propiedad como el chárter o la propiedad compartida.
- Soluciones a la carencia de patrones profesionales para embarcaciones de recreo ya que la normativa actual: disposición adicional quinta del Real Decreto por el que se regulan las titulaciones profesionales de la Marina Mercante, y en la que se establecen las condiciones para obtener la habilitación del Patrón de recreo profesional, no satisface en modo alguno esta necesidad.
- Los requisitos para obtener la citada "habilitación" profesional, debieran ser distintos de las exigencias derivadas de los convenios internacionales firmados por España para las tripulaciones de buques mercantes (Convenio STWC).
- Un acceso más sencillo a las titulaciones para el manejo de la embarcaciones de recreo. Los exámenes para obtener las titulaciones que realiza la Dirección General de la Marina Mercante se convocan en fecha indeterminada: “a partir de...” con el consiguiente perjuicio para los ciudadanos y por procedimientos poco ágiles: se cierran los plazos de admisión de matriculas con excesiva antelación y se celebran pocas convocatorias. En resumen, un sistema arcaico que no satisface las necesidades de quienes aspiran a obtener una titulación para el manejo de una embarcación de recreo.
Por otra parte, la ausencia de especialización en la navegación de recreo de los ponentes de los tribunales de examen, hace que estos resulten, cuando menos, inadecuados para un aspirante a navegante de recreo, con preguntas que no se ajustan al programa oficial, y otras absurdas o sin solución y, en todo caso, irrelevantes, que nada aportan la seguridad de la vida humana en la mar. Es necesario establecer procedimientos parecidos a los empleados para la obtención del carné de conducir.
En resumen, un nuevo tratamiento para la náutica de recreo que requerirá imaginación y una firme voluntad política para acortar el trecho que nos separa todavía de los países de nuestro entorno.