En la mañana del 31 de agosto nos dejó Alfredo Nieto, uno de los profesores mas queridos que han pasado por Cenáutica.
Todos los que tuvimos la suerte de conocerle pudimos ver el ímpetu con el que se empleaba en sus clases. Un ejemplo de fuerza, energía y tesón envidiable.
Sus alumnos y compañeros pudimos aprender de él no solo sus conocimientos, también las experiencias e historias de sus años de navegación que a menudo solía contar en algún descanso entre café y café y que hacían su enseñanza mucho mas amena.
Los achaques, propios de la edad, con los que tuvo que lidiar en los últimos años no le desanimaron en sus ganas de enseñar a navegar a los demás. Hoy cambia de rumbo y nos deja un vacío irreparable, pero nos quedamos con sus historias, su recuerdo y su ejemplo para afrontar las dificultades en la vida.
Tus compañeros de Cenáutica siempre te recordaremos.