Todos los que tuvimos la suerte de conocerle pudimos ver el ímpetu con el que se empleaba en sus clases. Un ejemplo de fuerza, energía y tesón envidiable.
Sus alumnos y compañeros pudimos aprender de él no solo sus conocimientos, también las experiencias e historias de sus años de navegación que a me

Los achaques, propios de la edad, con los que tuvo que lidiar en los últimos años no le desanimaron en sus ganas de enseñar a navegar a los demás. Hoy cambia de rumbo y nos deja un vacío irreparable, pero nos quedamos con sus historias, su recuerdo y su ejemplo para afrontar las dificultades en la vida.
Tus compañeros de Cenáutica siempre te recordaremos.