Si durante una travesía tenemos que entrar por primera vez en un puerto desconocido, es muy posible que nos sintamos inseguros en la aproximación y en la maniobra de atraque al desconocer la zona y las características especificas del puerto.
Lo primero de todo, antes de entrar a puerto o a cualquier zona de navegación desconocida, es preciso leer el derrotero, y consultar la carta con detenimiento para establecer la derrota correcta ya que las dificultades están precisamente aquí y no en aguas abiertas. Una vez a vista de puerto la forma de navegar es distinta y comienza lo que los sajones denominan "pilotaje": una técnica basada en referencias a puntos notables para seguir con precisión una trayectoria definida previamente, que nos permita saber que estamos sobre la derrota deseada. Aquí entra la navegación por canales balizados, las líneas de posición o "leading lines" que nos llevan por el camino correcto o las "striking marks" que nos conducirían a "clavar" el barco sobre las piedras; es decir, la derrota segura es cualquiera menos esta enfilación!. Las enfilaciones aproximadas "open transits", las ya conocidas demoras de aguja, demoras de seguridad y sondas.
Esta técnica puede desarrollarse con el radar o a ojo pero, en ambos casos requiere una cuidadosa planificación que se plasmará en unas notas que permitan una rápida consulta. Ello nos permitirá navegar con exactitud y rapidez sin necesidad de perder el tiempo acudiendo a la carta y debe incluir las marcas para cada cambio de rumbo "turning marks". Por ejemplo:
-desde la marca única verde nº. 43, la 45 debe aparecer al 315º y a 400 metros. Hay que dejarla por babor.
El navegante debe ir al menos un paso por delante del timonel localizando e identificando las marcas del siguiente tramo.
En la planificación juega un importante papel las mareas que determinarán en algunos casos la hora del comienzo de la aproximación y entrada en puerto.
No solo hay que fijarse atentamente en las marcas y balizamiento, también podemos obtener información observando las embarcaciones ya que según su eslora podremos deducir el calado de cada zona y la corriente, si estas están en movimiento.
Una vez que ya estamos entre puntas, es bueno dar una o dos vueltas para reconocer el puerto y medir bien nuestras maniobras para atracar. Las prisas no son aconsejables en esta situación. Un tripulante enlazará con el puerto por el canal 9 para solicitar amarre y ayuda para la maniobra. El marinero en bicicleta dirigiéndose al pantalán y amarre asignado hace las veces del "follow me" de los aeropuertos aunque lo más probable es que nos hagan amarrar en el pantalán de espera.
Si desea más información sobre estas técnicas puede obtenerlas en los cursos que sobre "Pilotaje" desarrollan algunas escuelas.