Como es habitual, la embarcación participaba junto a otros Tall Ships en una travesía de formación para jóvenes. El Astrid era uno de los 50 barcos que participan en un viaje de cinco millas de Oysterhaven a Kinsale, como parte del encuentro de Tall Ships en Irlanda 2013. Poco después de salir de puerto, frente a la costa de Kinsale, la embarcación perdió potencia del motor y a la deriva acabó encallando en las rocas.
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Los botes de rescate y dos helicópteros de la guardia costera tardaron poco menos de 30 minutos para ayudar a rescatar a los 23 adolescentes y siete tripulantes tras recibir la llamada de auxilio. Todos los jóvenes y tripulación quedaron a salvo y tras ser evaludados por el Knisale Yacht Club no necesitaron tratamiento hospitalario.
El capitán de la embarcación declaró que tras no poder arrancar el motor de la embarcación intento alejarse de la costa a vela, pero cuando estaban realizando la maniobra ya era demasiado tarde y fué cuando llamó a la guardia costera para pedir auxilio. Fuentes del equipo de salvamento informaron de que el lugar del naufragio era un lugar inaccesible por tierra y que de haber salido algo mal podría hacer sido muy grave.
Este suceso es probable que marque el último capítulo en la historia del Astrid. Construido en los Países Bajos en 1918 como un buque de carga, el buque fue trasladado a manos de Suecia y trabajó en rutas comerciales marítimas hasta 1975. Tras un cambio de propietario, la nave fue acusada de haber caído en manos de los traficantes de drogas. Mas tarde fué encontrada abandonada y quemada en la costa de Inglaterra en la década de 1980. Una operación de salvamento la recuperó entonces y la convirtió en un Tall Ship para la formación de los jóvenes.
En septiembre de 2008 el Astrid fué la embarcación elegida por Cenáutica para participar con 22 de sus alumnos en la regata entre Ilhavo y Funchal de la Tall Ships' Races 2008.